COMO NUESTRO ENTORNO DE AMISTAD PUEDE AFECTAR NUESTRA CONDUCTA FINANCIERA
Es sabiduría popular que las buenas o malas influencias determinan la forma
en la que vivimos. El refrán “El que anda con lobos a aullar se enseña” o
también se puede decir “Dime con quien andas y te diré quién eres” implica que
las personas que nos rodean ejercen una influencia sobre nuestros hábitos y
conductas tanto en el sentido general, como en temas concretos y específicos.
En un estudio realizado por el Departamento de Estudios Económicos de la
Universidad de Harveford, concluyeron lo siguiente:
1)
La Influencia
del grupo en el sujeto: Varios son los factores que contribuyen a este efecto.
El primero está relacionado con una influencia de “pare”, que se refiere a la
presión que implícitamente se recibe al pertenecer a un grupo que tiene prácticas
o hábitos comunes en algunas ramas de actividad sobre la cual, en el caso del
estudio tienen un desempeño sobresaliente. Las personas que se insertan en ese
entorno buscan reafirmar su pertenencia y agradar a los integrantes de ese
grupo manteniendo los patrones de conducta
Un segundo elemento está relacionado con el efecto
de mejores prácticas que se produce cuando nos rodeamos de personas que
destacan en alguna actividad particular.
Mas allá del conocimiento formal que exista en los
individuos del grupo, el conocimiento comunitario y la forma en la que este se
transmite de una manera mas cotidiana y fluida, son elementos fundamentales
para entender el efecto positivo que en este sentido se produce.
Un tercer elemento de influencia relacionado con
la pertenencia al grupo que se distingue en alguna rama de actividad, se refiere
a la posibilidad de compartir y socializar objetivos concretos relacionados con
la actividad o la conducta que caracteriza al grupo.
En otra forma se puede entender que si te invitan
a un lugar y es un grupo que consume bastante, tarde o temprano también
terminar consumiendo la misma o hasta inclusive mas cantidad que los influyentes.
A cuidarse y controlarse es el consejo.
2)
Su aplicación
en las finanzas: En diversos experimentos relacionados con temas financieros,
se ha encontrado que cuando establecemos objetivos puntuales relacionados con
el control del gasto o con prácticas de ahorro, se tienen mejores posibilidades
de sostener la práctica de manera recurrente y ésta se traduce en un hábito.
De la misma manera que a un jugador de cualquier
deporte que busque mejorar sus capacidades le conviene rodearse de un entorno
de atletas que destaquen en ese deporte, la conducta financiera también es
influida por un entorno favorable.
Quien desea mantener finanzas personales sanas
debe procurar alejarse de entornos donde el dispendio y la falta de planeación
sean constantes y buscar por el contrario, entonces donde la conducta
frecuentes sea la de previsión.
Una conclusión importante de esta investigación es
que los efectos positivos de la pertenencia al grupo que mantiene una conducta
ejemplar se prolonga mas allá del tiempo de pertenencia concreta a dicho grupo.
Si cree que la experiencia de un jugador de fútbol no es aplicable para otros temas como los financieros, piense que los patrones
que mueven nuestra conducta son extrapolable a cualquier rama de actividad
humana.
La lección es que podemos promover nuestra
vinculación con personas que mantengan hábitos y conductas financieras
ejemplare como un medio para procurarnos un entorno que favorezcan esas mismas
conductas de manera personal.
Si cree que eso sería una amistad interesada, llame como quiera, pero puede tener un efecto positivo de largo plazo sobre su conducta y sus hábitos financieros en el futuro. Y un regalo de esa importancia sólo se obtiene de verdaderos amigos.
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