DIEZ CONSEJOS PARA AGRADAR A TU JEFE EN EL TRANSCURSO DE 12 MESES
Para ganarte a tu jefe en los próximos doce meses no hace
falta que le hagas la pelota ni que trates de hacerte el imprescindible: tu
iniciativa para aportar soluciones es la mejor garantía para ser favorito.
No te engañes. Si el año que acaba de terminar has trabajado
como nunca, la calificación que has alcanzado en tu evaluación de desempeño ha
superado con creces a la del anterior y, además tu jefe ha solicitado tu
opinión en asuntos cruciales para el desarrollo del negocio, sin duda te has
ganado a pulso adquirir la categoría de favorito.
Este título puede llenarte de orgullo o ser tu peor condena
si caes en las manos de un superior que pervierte el noble arte de la
delegación traspasándote sus marrones. Gestionar de forma adecuada este
favoritismo puede convertirse en la mejor herramienta para tu crecimiento
profesional. Tanto si ya te has ganado la admiración del que manda, como si es
uno de tus retos para este recién llegado, este decálogo te ayudará a preparar
el camino para agradar al jefe.
EL 50% DE LA RELACIÓN
CON TU JEFE DEPENDE DE TI
La confianza, uno de los ingredientes básicos, se gana con
el trabajo bien hecho y a largo plazo. Hacer la Pelota es rastrero y solo
conseguirás auto engañarte. Un jefe no es para siempre y tu artimañas, si no
están respaldadas por un buen rendimiento, pueden quedar en evidencia si otro
ocupar su lugar.
TRABAJA LA PARTE
EMOCIONAL
No se trata de que acudas todos los días a su despacho a
preguntarte como está, basta con que observes cómo se comporta y reacciona ante
los problemas que se plantean en la jornada laboral. Deja constancia de que
cuenta con tu apoyo. Ten mucha cautela a la hora de traspasar la línea que
separa lo personal y lo profesional. Algunos jefes son muy celosos de su vida
privada.
CUMPLE TUS OBJETIVOS
Y LUCETE
Esta es la mejor manera de ganarte no sólo a tu jefe, sino
también a tus compañeros: te meterás en el bolsillo su respeto y si consigues
un ascenso, todos sabrán que ha sido por méritos propios.
TOMA LA INICIATIVA
No esperes a que te encargue algo. Recuerda que estás ahí
para aportar soluciones, no para plantear problemas. Criticar todo y la queja
constante hará un flaco favor a tu calidad profesional. Te convertirás en uno de los colaboradores
más molestos y, a poco que lo intentes, ser el más odiado te costará muy poco.
De ahí a que seas repudiado por jefes y colegas hay un paso.
TU TRABAJO ES HACER
MEJOR A QUIEN MANDA
En este tándem perfecto tienes definido un papel muy
específico. Consúltale sólo lo imprescindible, con un objetivo: dejarle claro
que tienes iniciativa, pero que cuentas con él para tomar una decisión llegado
el momento. No intentes pasar por encima de su autoridad, debes tener claro
cuál es tu sitio y hasta donde puedes llegar. Aunque la confianza que ha
depositado en ti puede tentarte, no te saltes la jerarquía, perderás de un
plumazo lo que te ha costado años ganar.
NO CUMPLAS LAS REGLAS
A RAJATABLA
Los buenos jefes huyen de los maniáticos del manual. Quieren
profesionales que se salgan de las normas, pero sin perder las formas. Es
decir, aceptan de buen grado de buen grado las nuevas propuestas, siempre y
cuando consideren que es la mejor vía para conseguir los objetivos de negocio.
En el caso de que la propuesta sea rechazada, no desesperes. Los buenos líderes
tienen la virtud de reconocer el esfuerzo. Si esta vez no ha cuajado, inténtalo
de nuevo con otro proyecto. No te obceques con el que no ha sido aceptado,
salvo que logres modificarlo de manera convincente.
NADA DE LENGUAJE
REBUSCADO
Si tiene una buena idea y piensas que puede relanzar el
negocio, cuéntasela a tu jefe de forma breve y sencilla. Tómate un tiempo para
prepararla y asegúrate de que contiene los ingredientes básicos en qué
consiste, como ejecutarla y cuáles con los resultados. Estos tres elementos son
clave y explicarlo no te llevará más allá de tres minutos. Si no logras captar
la atención en ese tiempo es mejor que pases la página.
LOS JEFES TOXICOS
Son aquellos que no reconocen los logros de sus
colaboradores, huyen del trabajo en equipo y uno de sus lemas favoritos es
divide y vencerás. Son los antilideres que, lamentablemente y sin razón
aparente, pueden permanecer durante años en su puesto de mando. Lidiar con
ellos es muy complicado. No intentes llevarles la contraria, te arriesgas a
perder el empleo. Estos tipos sólo quieren aduladores a su alrededor. Las
pelotas son los que suelen sobrevivir en este entorno. Pero cuidado, aun siendo
esta una de las mejores tácticas para ganarte sus favores, no te traerá ningún
beneficio profesional: el jefe tóxico te utilizará mientras le convenga y no
tendrá ningún reparo en prescindir de tus servicios. Lo más recomendable en
estos casos es que prepares tu huida hacia otro jefe u otra empresa.
NADA DE CHISMES
No utilices la rumorología, sea del tipo que sea, para
ganarte la confianza de un buen jefe. Estos profesionales pueden despertar la
envidia de los empleados más tóxicos. Céntrate en tu trabajo, convertirte en un
chismoso no es la mejor ruta si quieres hacer carrera.
CONFIANZA Y SEGURIDAD
Son las virtudes que más apreciará tu jefe. Recuerda que los
líderes necesitan apoyarse en personas seguras de sí mismas, que actúen con
firmeza y contribuyan a paliar la incertidumbre que a pesar de los buenos
presagios, aún traerá consigo los próximos 12 meses.
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