LA COMUNICACIÓN VÍA INTERNET ES EL CAMINO AL ÉXITO DE LAS
MARCAS
A 26 años del nacimiento de la Word Wide Web, podemos ver en
situaciones cotidianas cómo nos ha influenciado, a tal nivel que ha llegado a
cambiar nuestros comportamientos y certezas. Ya no vamos al doctor a
preguntarle que tenemos, sino que a corroborar nuestra teoría sobre la
enfermedad que nos afecta, obtenida gracias a una investigación realizada por
nosotros en este universo que es internet.
En el colegio y la universidad, los estudiantes ya no
recurren al diccionario o a las enciclopedias, buscan la información que
necesitan en la web; cuando queremos llegar a un lugar, ya no ojeamos la guía
telefónica, sino que usamos los servicios de geolocalización, y cuando buscamos
trabajo, estamos conscientes de que la información que subimos a la red es de
suma importancia para lograr obtener un nuevo empleo.
Otro ejemplo potente es la capacidad de opinar de forma
rápida y clara en redes sociales. Antes si una persona no estaba de acuerdo con
algo que hacia el gobierno, escribía una carta a un diario, con repercusiones
limitadas. Hoy esto puede publicarse en Facebook, Twitter, Instagram, Foursquare,
etc tomando una fuerza impresionante en
muy poco tiempo, al punto de hacer que el gobierno cambie su actuar.
Internet ha cambiado la forma en que vivimos, en que nos
comunicamos. Y lo mismo ha ocurrido con la promoción de marcas y de los productos,
porque nos ha heredado certezas: si una marca no está en la web, en el mundo de
hoy cada vez tiene menos presencia.
Esta simple afirmación ha orientado nuestra comunicación de
marca hacia internet, descubriendo que sus opciones son asombrosos para la
lograr la apreciada fidelización de los clientes y usuarios de distintos
productos o servicios.
Pero si todo esto ha pasado en solo 26 años. ¿Qué ocurrirá
más adelante? En un futuro próximo estaremos con adelantos en la llamada “Internet
de las cosas”, en donde todos los aparatos del hogar estarán conectados a la
web, permitiendo que un refrigerador nos avise al celular cuando falte hielo o
cuándo está lista la ropa en la lavadora. El uso de sensores gestionará una
importante cantidad de información, que hará cambios profundos en nuestro quehacer
diario. Estaremos más conectados a través de nuestros dispositivos, donde los
smartphones destacarán como facilitadores de la digitación. Incluso cambiará la
forma en que compramos, donde el pago por medio del celular podría reemplazar a
los billetes y las tarjetas.
Y antes estos importantes cambios en nuestra forma de vivir,
el marketing no sólo deberá adaptarse con rapidez, sino que tendrá que
adelantarse e innovar para sorprender a esos nuevos consumidores. Usar lo que
ya tienen a su disposición los usuarios, y que normalmente nos llevan la
delantera. En este escenario, lograr el compromiso de los consumidores con la
marca será un verdadero desafío y fundamental para el éxito de sus operaciones.
Es totalmente necesario que las marcas estén a la altura de lo esperado por sus
consumidores, atreviéndose más en el entorno digital donde ellos se mueven tan
bien.
Hoy en día, ya vemos las primeras luces de lo que vendrá: el
uso simultáneo de una marca de los canales offline y los online, aprovechando
sus características y diferencias para abordar, de la mejor manera posible, a
sus públicos objetivos. De esta forma, una marca será relevante para los
consumidores por su capacidad de atraerlos con contenido de su interés
entregado en el momento y forma más adecuada para ellos.
Si bien al hablar de futuro no es posible tener muchas
certezas, si sabemos que viviremos en constantes cambios tecnológicos, que la
comunicación será un imponderable para las personas y para las marcas y que
Internet será el motivo de su exitoso desarrollo.
FUENTE: Chritopher Neary, América Economía.
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